
NUTRICION ESPIRITUAL
A traves de la medicina ancestral se logra expandir los niveles energeticos, dentro de la naturaleza hay oculto una gran fuerza de sanación la cual nuestros abuelos y abuelas la han conocido, este potencial interviene en emociones, mente, cuerpo la cual se lleva a cabo con varios elementos terapeuticos sagrados.
Despierta tu conciencia, purifica tu espiritu, limpia tu cuerpo.
AYAHUASCA-LIANA SAGRADA AMARUK
Desde el año 2007 nuestro fundador Julio Vicencio en compañia de la enseñanza de varios maestros ancestros de Aguita, putumayo, mamas y taitas y su padre *Mauricio Vicencio*, decide iniciar su camino hacia obtener la sabiduria Tegua mediante el despertar de conciencia y desarrollo personal y espiritual por medio de las plantas sagradas ancestrales entre ellas Ayahuasca, Liana sagrada AMARUKA.
En este mismo año recibe la semilla sagrada de las dos plantitas de poder para cultivarlas, verlas crecer y por ultimo cocinar la medicina ancestral, en compañia de su familia y sus maestros en estos años ha asistido a ceremonias de curacion para él y su familia y tras obtener la enseñanza ancestral por medio de la vivencia a traves de las plantitas de poder y sus estudios e investigaciones continúa su camino Tegua Hatawualpahua brindando su conocimiento y guia en las ceremonias.
La medicina ancestral utilizada es de cosecha propia y preparada en nuestra finca en manos de nuestro fundador y nuestra comunidad.
La apertura de la glandula pineal influye en la curacion de los procesos emocionales, mentales y fisicos.
Una de las herramientas ancestrales de sudamerica utilizada para abrir la glandula pineal, purificacion y autoconocimiento es la Medicina sagrada Ayaguasca.
La musica en frecuencias sagradas dirigida para cada uno de los puntos maestros chakras complemetan esta maravillosa terapia donde nos encontraremos con la naturaleza en oracion para todo el planeta.
FINCA MAYU ECUADOR - NANEGAL
DMT La molecula sagrada
La dimetiltriptamina (DMT) es propiamente el principio activo enteógeno de la ayahuasca. La DMT se encuentra de manera natural en el cerebro humano exactamente en la epífisis o glándula pineal y en el de otros mamíferos, considerada como un neurotransmisor. Es el psicodélico de acción más intensa que se conoce y de mayor impacto visual. Se encuentra en numerosas plantas y semillas, como en la AYAHUASCA, Mimosa hostilis o en la llamada ojo de venado. Se produce en pequeñas cantidades cada vez que un individuo sueña, y en las experiencias cercanas a la muerte.
El DMT (N-dimetiltriptamina) es un alcaloide triptamínico de núcleo indólico y tiene su antecedente en la naturaleza, que se obtiene mediante la pulverización de las lianas de la planta Yage y las hojas de chakruna, lo que no la hace similar, sino idéntica a la bufotenina.
Una de las herramientas ancestrales de sudamerica utilizada para abrir la glandula pineal, purificacion y autoconocimiento es la Medicina sagrada Ayaguasca.
El DMT también se encuentra de forma endógena en el cerebro humano, probablemente a ello se deba lo espectacular y breve de sus efectos visionarios y su rápida metabolización. Algunos especulan que el DMT, producido en pequeñas cantidades por humanos y mamíferos, participa en los efectos visuales del sueño natural e incluso en las experiencias cercanas a la muerte y otros estados místicos. Un mecanismo bioquímico para estos efectos fue propuesto por el investigador médico J. C. Callaway, quien sugirió en 1988 que el DMT puede estar relacionado con el fenómeno del sueño visual, donde los niveles de DMT en el cerebro son periódicamente aumentados para inducir alucinaciones oníricas visuales y posiblemente otros estados naturales de conciencia.
La apertura de la glandula pineal influye en la curacion de los procesos emocionales, mentales y fisicos.







Una producción de la televisora nacional canadiense CBC, investiga desde una perspectiva neurológica los efectos de la ayahuasca en un documental en el que aparecen el Dr. Gabor Maté, una de las máximas autoridades en el tratamiento de las adicciones a nivel global y el neurocientífico Jordy Riba, de la Universidad de St. Pau, en Barcelona.